EL DÍA QUE EL CIELO SE CAIGA 

    Las amistades a veces son más fuertes que una relación de pareja y no por eso son malas amistades. A veces se conecta mucho más con alguien a quien no queremos impresionar, pero a veces también las amistades se alejan por mucho que la conexión haya estado siempre ahí.

    Alba y nacho son nuestros protagonistas de esta novela, en la que la lealtad y el amor que se guardan entre ambos los convierte en familia, en un lazo de unión muy fuerte.

    Ambos han crecido y viven sus vidas. Ambos han pasado malas situaciones, no digamos quien lo pasa peor, que ya lo descubrirás cuando leas la novela y seguro te sientes más identificado con alguno en especial.

    Se han vuelto a unir en un momento de sus vidas bastante malo y lo único que necesitan es un poco de comprensión y amor por parte de una de las personas que más paz le trasmite al otro.

    Las cosas, en general, y los finales, suelen ser mucho más light de lo que estamos acostumbrados a vivir en la realidad. No todo es tan fácil, ni todo se supera tan rápido como en los cuentos. Pues, digamos que esta novela se acerca mucho a lo que podemos vivir en la realidad. Las cosas duelen y mucho. Los finales felices se quedan siempre a medias, pero bueno, lo dicho: así se distribuye la vida.

    Como anécdota: nunca voy a olvidar lo que le dolió a mi madre este libro. Reafirmo lo real que lo tuvo que sentir.

    ¿Ya sabes de lo que te hablo?           

                                                                                                                   Año de publicación: 2016