LAS RANAS TAMBIÉN SE ENAMORAN
Chica
de barrio. Chico refinado inglés (demasiado, a veces tostón). Pero los polos
opuestos se atraen, vamos que si se atraen. Y es que a veces solo hacen falta
un par de miradas para ver una historia pasar por delante de nuestrxs ojos que
al final, acabará sucediendo.
Algo
así le ocurrió a Marta. Su historia pasó, pero no la vio venir hasta que estaba
ocurriendo. Pero no todo sería tan fácil como vivir la historia y chao.
Comieron perdices… no no. La cosa se complicaba por momentos y situaciones, más
bien ajenas a la relación que mantenía. A veces no se puede tener todo…
Ella
que ya lo había pasado mal, no supo ver lo bonito de la historia que estaba
comenzando a vivir. Ella que fue madre demasiado joven. Ella que tuvo que salir
adelante sola. Ella, que creía no se merecía todo lo bueno que le estaba
pasando.
¿O sí? Quizá podemos tenerlo todo, pero no sabemos verlo, no sabemos cómo llegar al equilibrio en el que no haga falta pasarlo mal, alejarnos de las personas que queremos o tomar decisiones que sabemos, en el fondo, no queremos tomar.
Año de publicación: 2011
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