EL BARRANCO DE BADAJOZ - TENERIFE

    Este barranco cuenta con una serie, bastante amplia, de leyendas que forman parte de la historia que cuentan lxs mayores del lugar. La leyenda más extendida, pero también la que ha ido sufriendo más transformaciones con el paso del tiempo, y es posible que la hayamos magnificado, es conocida como ‘La niña de las peras’.

    Todas las fuentes de la que me he nutrido, ubican los sucesos al final del siglo XIX y principios del XX. Comienza con unos padres enviando a su hija al barranco de Badajoz a recoger peras, de ahí el nombre de la leyenda, para llevar a casa. Pero la niña no volvió, todxs lxs vecinxs salieron en su búsqueda y no hubo suerte, nunca la encontraron… ¡porque volvió ella sola! Eso sí, mucho tiempo después.

    ¡Más de 20 años!

    Ese es el tiempo que tardó la niña en realizar el camino a la inversa y llegar a su casa. Lo peor no es el tiempo, es el estado en que se presentó delante de sus padres… Seguía siendo una niña.

    Ella contó la historia vivida en esos casi 30 años para ellxs, pero que fueron horas para ella. Llegó al barranco en busca de las frutas que le habían encargado, cuando se acomodó y durmió bajo a un peral. No sabemos cuánto tiempo estuvo durmiendo (está claro que años no), pero al despertar se encontró un ‘ser’ alto y vestido de blanco que la invitó a acompañarle y ella, movida por la confianza que le trasmitía el ser, le siguió. La condujo hasta el interior de una cueva y descendieron por unas escaleras que había en ella. Al descender, se encontró un gran jardín con más seres como el que la había llevado hasta allí, altos y vestidos de blanco.

    Allí estuvo con ellos, hasta que el ser del principio, la condujo a la salida para que volviera a casa. Para ella habían pasado horas, como mucho, pero se dio cuenta de lo equivocada que estaba al ver el desarrollo que había sufrido todo lo que recordaba…